Es un ejercicio  de dibujo donde buscaba ablandar el límite representado por las pantallas entre nuestro contexto, nuestra realidad, y narraciones muy conocidas de Hollywood como Forrest Gump. Cada dibujo está basado en un fotograma de una escena relevante, y los rasgos faciales del protagonista entremezclados con características de mi rostro.

Quería evidenciar el anhelo por la  suerte del protagonista que a veces inspiran historias con un final relativamente feliz, y la contracción entre desear una historia idílica y a su vez desconfiar de la posibilidad de su desarrollo en la vida “real.”